Sé que tú no, pero igual ellas...

Estoy segura de que no te acuerdas de nada. De nada de nada. Por suerte o por desgracia, yo sí.

Me acuerdo de cada momento que pasamos juntos, de cada palabra, de cada pregunta absurda que hacíamos al aire, de la música.

Me acuerdo de las nubes que pasaban, de las lunas que vivimos, del mar, del paisaje.

Días de cigarrillos. Días de noche y noches de días.

De los piques, de los besos. De las putadas y enfados, y reconciliaciones y de la vuelta a empezar la misma mierda de siempre.

Encuentros en días especiales, días que se hicieron especiales por el encuentro.

Y nunca nadie supo que fue.

Y nunca supimos que fuimos.

Podría escribir estúpidas historias sobre Tú y Yo que venderían menos que un disco de Naim Thomas. Sin embargo solo tengo mis recuerdos y no cuento con los tuyos para completarlo.

Por esa razón sé que tu no pero igual ellas… igual ellas sí.

Igual las estrellas, algunas de las miles de millones nos vio. Nos vio como la mirábamos con cara de lelos. Quizás alguna cayó, con su estela dijo "hola" y de forma fugaz miró nuestras sonrisas y abrazos. Quizás ella se acuerda tan bien de nosotros como yo de ella. 

Es posible que en el cielo tengamos un grupo de estrellas que son nuestras fans. En estos momentos deben estar maldiciendo el invierno y el frío… Estamos siempre a cubierta, escondidos, seguros, bajo techo, a lo nuestro.

Ellas en su calendario sideral van contando los días para que vuelva el verano, el calor, las noches cálidas, de cigarrillos, de palabras, de pipas, de besos, de abrazos... y entonces verán a sus ídolos y le hablarán a la luna de nosotros que, indiferente, seguirá siendo el foco del drama. 

Y es que ya son horas de que llegue el verano… 

Para que ellas nos miren… 

Para que miremos las estrellas.